Descripción
El novio de mi hija la esta llevando por el mal camino. Definitivamente es un cabrón pervertido al que cuando lo encuentre le voy a dar de hostias hasta que aprenda. El otro día, después de cenar en casa, mi hija bajó a despedirlo y se tardó un largo rato. Cuando subió le pregunté qué había estado haciendo y me dijo que estuvieron riñendo. Yo le creí, pero la guarra me mintió. Me enteré al día siguiente cuando me encontré con un vecino que me contó que los había pillado desnudos, escondiéndose en el cuarto de la caldera. Al ver las cámaras de seguridad, descubrí que empezaron a los morreos, se quitaron la ropa, mi hija se puso a hacerle una mamada y el cerdo del novio, no conforme con eso, la puso en pelotas y se la folló contra las escaleras. ¡Menos mal que apareció el vecino, que sino hasta me la dejaba preñada!
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