Descripción
Aunque se sobreentendía que aquella quedada entre compañeros de trabajo tenía algunos fines sexuales, nunca jamás nadie pensó que acabarían montando una orgía. Entre el alcohol, el cachondeo y el juego de cartas para adultos que llevó el negro, comenzaron a quitarse la ropa uno por uno hasta que las dos tías y los tres chavales se quedaron en pelotas. Entonces, ya nada pudo detenerlos. Las zorras, completamente desnudas, empezaron a comerse esas tres pollas entre las dos, calentándose de tal manera que acabaron dejándose follar por turnos por cada uno de sus compañeros. Aunque a ninguno de los cinco se le ocurrió contar nada de lo que pasó aquella noche, todos en la oficina sospechan de que terminaron follando.
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