Descripción
La francesa no estaba muy conforme con el asiático que había conseguido el marido para hacer un trío, pero como era la primera vez que se había dejado de convencer, el esposo se puso a buscar maromos de forma urgente antes de que ella se arrepintiera, y fue lo único que consiguió. El tío no estaba tan mal, pero ella no lo conocía de nada y los asiáticos no le atraían demasiado. Sin embargo, cuando descubrió que tenía un buen rabo, todo cambió. Entonces sí se dejó llevar por la situación, se desnudó con gusto, le chupó la polla y se dejó follar por todos los agujeros hasta que por fin le hicieron la doble penetración por el culo y el coño, como tantas veces había soñado.
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