Descripción
El fotógrafo se estaba poniendo a mil por hora mientras le hacía fotos a la modelo que posaba sexy, provocándolo. Sentía unas ganas tremendas de meterle mano así que, tímidamente, le corrió la camiseta para dejar sus tetas expuestas y ver su reacción. La morena se lo tomó con total normalidad, así que comenzaron un fuerte juego de seducción que terminó en una mamada que, a los pocos minutos, detonó en una apasionante follada. La guarra se olvidó de que estaba allí por las fotos, se puso en bolas y se dejó follar en todas las posturas como si solo hubiese ido a aquel sitio para tener sexo.
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