Descripción
Hay experiencias que hay que vivir al menos una vez en la vida para saber lo que se siente. ¿Qué sentido tiene morir dejando alguna fantasía sin cumplir? La verdad que ninguno, así que aunque me pesara, tuve que dejar que mi esposa se diera el gusto de hacer un gangbang. Ella misma escogió a los chavales entre todos nuestros amigos. La muy puta pudo haber elegido a tres o cuatro, pero no. Eran siete los que le gustaban y quería que ninguno se privara de follársela. De más está decir que se la follaron por todos los agujeros, le hicieron la doble penetración, le rompieron bien el culo, le hicieron mamar todas las pollas y le llenaron la cara de leche. Era evidente que todo eso sucedería. Lo único realmente sorprendente fue que la zorra tuvo más de un squirting. Eso sí fue muy extraño, ya que nunca antes había eyaculado a chorros.
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