Descripción
La hermana de este chaval llegó borracha de la fiesta y se echó sobre su cama. Estaba tan peda que no podía siquiera llegar a su propio cuarto. Allí le pidió ayuda para que le quitara los zapatos, pero él no pudo contenerse y empezó a meterle mano. La hermana no entendía lo que estaba sucediendo. Solo sabía que le estaba gustando y que el coño se le estaba humedeciendo a la velocidad de la luz. El hermano se la follaba cambiando de poses todo el tiempo y ella no hacía más que gozar y gemir. Recién al final, cuando el muy cerdo le metió la polla en la boca para hacérsela chupar, cayó en la cuenta de que el hermano se la había follado.
Categorías