Descripción
Samantha Bentley estaba cansada de tener que pedirle dinero a sus padres para todo. Ellos le echaban en cara cada euro que le daban, y usaban el dinero para extorsionarla y controlarla. Todos los castigos eran económicos. Creían que con la cartera vacía ella no podría hacer nunca lo que quisiera y siempre dependería de ellos, pero un día se cansó. Samantha conoció a un hombre muy generoso que le paga una pasta cada vez que están juntos. Esos encuentros no duran más de un par de horas. Ella solo tiene que obedecer sus órdenes y, hasta ahora, nunca ha intentado follársela. Sin embargo, siempre la desnuda para ver sus tetas, su coño peludo y su culo virginal cada vez que la ata y la cuelga del árbol para satisfacer su morbo. El hombre es un fanático del bondage, y atándola desnuda se calienta mucho más que follándosela.
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