Descripción
Animan el juego y sirven como jurado para los niños que juegan en la playa. Pero ahora el ganador quiere un premio de ellos. No tienen nada que ofrecerle. Las zorras ya han descubierto lo que quiere el chico. Se deslizan en su camioneta fingiendo que no saben cómo va a resultar esto. El ambiente es excitante y cuando saca su enorme polla, solo una de ellas tiene el coraje de tomarla con las manos y llevársela a la boca. La chica se merece una buena corrida en sus grandes tetas.