Descripción
Las camareras deben ser guapas. Es una exigencia necesaria para cubrir este trabajo. Pero el dueño todavía no sabe que si la camarera está demasiado caliente se vuelve contraproducente. Cuando una chica tan hermosa tiene un escote tan pronunciado, los hombres no la dejarán en paz. Le resulta imposible trabajar con tantos cerdos que quisieran follársela de inmediato. El dueño ni siquiera se ha dado cuenta de que la camarera mulata a la que está cambiando no va a contenerse de retrasar su turno para poder follársela.