Descripción
Polly Yangs acababa de salir de ducharse y entró al cuarto para secarse sin darse cuenta de que el pajero del hermano se estaba tocando. Lo único que le faltaba al chaval para ponerse más cachondo era ver a su hermana desnuda envuelta en una toalla. Preso de una calentura indescriptible, se quitó la sábana para enseñarle la polla dura. La hermana, entonces, le tiró la toalla para que se cubriera, pero se quedó en tetas y eso lo calentó más. Entonces, la guarra decidió acercarse y ayudarlo a correrse mamándole la polla y masturbándolo, pero el muy cabrón aprovechó para correrse en su boca y en su cara, a pesar de que sabía que no había nada que la hermana odiara más que las corridas faciales.
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