Descripción
A Natalia Queen le hacía falta una polla negra en su vida. Había probado rabos de todo tipo, pero nunca uno de color. En cuanto se instaló el Tinder se dio cuenta de que había decenas de negros en su zona dispuestos a darle un rato de placer. Se buscó uno bien guapo y polludo, quedaron para verse esa misma noche y, después de la cita, fueron a la casa del negro. Allí la zorra se alzó el vestido ofreciéndole el coño y el culo, el negro se puso a chuparla y después, de rodillas, la rubia se metió todo ese rabo en la boca para mamarlo sin parar. Obviamente, acabaron follando durante el resto de la noche.
Categorías
