Descripción
No pensaba con claridad, no recordaba dónde estaba, no sabía quién era ni cómo había llegado allí. No importaba cuántos hombres acariciaban su cuerpo ni quiénes eran ni cómo la convencían. Solo podía sentir, no pensar. Sintiendo sus manos en sus tetas, sus lenguas recorriendo todo su cuerpo, sus gemidos llenando el espacio, pero sobre todo podía sentir sus pollas, golpeándola en la cara, llenando su boca. Cuando estaba exhausta, los vio parados en círculo, masturbándose y preparándose para llenarla de semen, su cabello, sus piernas, su cara, pero sobre todo su boca llena de leche 🙂
