Descripción
Mi vecina es la mas puta de todo el pueblo. Desde que se folló al primer vecino, su fama empezó a crecer a la velocidad de la luz y, a medida que todos se iban enterando de que se dejaba follar por cualquiera, se la iban tirando uno tras otro. Obviamente que yo no iba a quedarme sin follármela. A pesar de que sea una gorda bastante fea y mucho mayor que yo, ansiaba mucho hundir mi cabeza entre esas dos enormes tetas y taladrarle el coño hasta correrme para no quedarme fuera del tema de conversación del casino. Es que cada vez que los hombres nos juntamos a beber, todos se ponen a hablar de ella y de lo que cada uno sintió al penetrarla.
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