Descripción
Era casi imposible que Argentina perdiera o empatara ese partido que estaba jugando con Brasil, y el amigo venezolano de mi novio quería apostarle 5000 dólares a que Argentina, que estaba ganando por un gol, no ganaría. Mi novio no tenía un peso para apostar, pero su amigo estaba muy interesado en mí, así que le apostó una cogida. Desgraciadamente, el partido terminó empatado y el chabón acabó garchándome delante de mi novio. El pobre tuvo que mirar cómo el amigo me cogía y cómo yo le chupaba la pija tragándomela toda como una putita viciosa. Desde entonces nunca más ha vuelto a apostar nada con nadie ya que no le gustó nada convertirse en cornudo de esa manera.
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