Descripción
¡Y yo que me había creído en serio que había un 90% de probabilidades de que mi mujer me pidiera que nos fuéramos de allí a los cinco minutos! Eso me dijo la muy zorra cuando estábamos por entrar a la disco swinger. Me insistía con que tenía muchas dudas, con que no creía poder animarse a tener sexo con otra persona… ¡joder! Apenas cruzamos la puerta, se transformó por completo. La muy puta se puso en bolas y empezó a recorrer el lugar arrasando con todas las pollas que se le cruzaban en el camino. ¡Perdí la cuenta de cuantos tíos se la follaron! Lo cierto es que estaba mas entusiasmada que nunca, y gozaba como una perra en celo cuando la penetraban a cuatro patas mientras tenia una polla en la boca. ¡Hasta se animó a probar el sexo interracial con un negro bien polludo!
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