Descripción
El cabrón de mi hermanastro accedió a tomarme unas fotos solo porque quería quedarse una copia para masturbarse. ¡Qué cerdo resultó ser! Con solo verme posando vestida se calentaba lo suficiente como para pajearse. Eso, debo reconocerlo, me provocó mucho morbo, así que cuando salí de ducharme envuelta en la toalla y lo pillé con el rabo en la mano, el muy guarro me arrancó la toalla dejándome completamente desnuda y yo, en vez de darle una hostia, me puse a mamarle la polla para que acabara follándome. ¡Todavía no me puedo creer que me haya dejado seducir y follar tan fácil por mi hermanastro!
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