Descripción
No terminé de conocer por completo a mi esposa hasta el día en que montamos nuestro primer trío. ¡Pensar que tuve que insistirle porque ella no quería saber nada con la idea de follarse a otro tío! Era yo quien tenía el morbo y la fantasía de verla follando con otros hombres, así que nuestra primera experiencia swinger para ella fue casi forzada. Lo increíble fue lo que vino después, cuando empezamos a follar con nuestro amigo. La muy puta se enamoró de su polla y se puso a chupársela como loca. Apenas si dejó que se la follara un poco para seguir chupándosela, ya que solo quería mamársela mientras yo la follaba a cuatro patas.
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