Descripción
Ya se que soy un cabrón, y me siento culpable por lo que he hecho, pero a mi favor debo decir que me fue imposible rechazar a la mujer de mi amigo, quien siempre ha sido guapa y ahora, embarazada, se ve mucho mas atractiva. La zorra lo planeó todo. Lo mandó a comprar al supermercado para que nos quedáramos solos, y apenas salió por la puerta, se desnudó y me pidió que me la follara. Al ver esas hermosas tetas llenas de leche me puse al cien. Me desnudé, me eché sobre la cama y se puso a hacerme una mamada increíble. La verdad es que la culpa que siento no es mas grande que el placer que sentí taladrando ese coñito delicioso. Ella estaba cachonda y con las hormonas alteradas, y yo no hice mas que saciar su sed de sexo.
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