Descripción
Nunca fui de ligarme mujeres en sitios inesperados, pero la verdad es que esta guarrilla estaba entregada en la playa. Me miraba tan fijamente que no tuve mas remedio que acercarme y empezar a hablarle. Era evidente que estaba caliente conmigo, y hasta quería hacer algo más que charlar… ahí mismo y en ese mismo momento. Como no me animé a llevarla detrás de los médanos, fuimos al vestuario. Allí, la guarra se puso en bolas, me lo enseñó todo, se arrodilló para mamarme la polla y me ofreció su hermoso y tierno coñito para que me se lo follara desde atrás.
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