Me la follé por el culo y me corrí dos veces sobre su cuerpo

Este no sería un día más, y el polvo que nos echaríamos no sería parecido a ningún otro. Estaba decidido a follarla por el culo. Ya lo habíamos charlado y estaba dispuesta a animarse. Ahora era yo el que tenía que tomar la iniciativa y no titubear a la hora de sacarle la polla del coño y metérsela en el ojete. Sería una experiencia distinta, única y, tal vez, irrepetible. Por eso, me encargué de grabarlo todo en primer plano, para recordarla por siempre. Romperle el culo fue genial. Verla gozar con mi polla taladrándole el ojete fue maravilloso, pero lo más lindo de todo fue plastificarla de la cabeza hasta los pies después de haberme corrido dos veces seguidas.