Me follo a mi suegra en la piscina y mi novia no se entera

La orgía estaba bastante interesante, aunque los hombres eran mayoría y nuestras esposas las mas guapas de toda la fiesta. Los tíos las miraban con mucho deseo mientras se cascaban las pollas, y ellas temían que acabaran follándoselas entre todos. Por eso, decidimos irnos a uno de los cuartos para poder estar los cuatro tranquilos sin que nadie nos molestara. Allí, las chicas comenzaron a besarse y a tocarse, ofreciéndonos un excitante show lésbico. Después de comerse los coños, cada una se puso a mamarle la polla al marido de la otra, dando comienzo a un intercambio de parejas que marcaría el comienzo de una gran amistad entre los cuatro.