Descripción
Seducir a la hija de mi mejor amigo no fue nada fácil. No teníamos muchas oportunidades de hablar a solas, así que tuve que buscarla en las redes para coquetearla y convencerla de que aceptara tomar un café conmigo. Esa misma tarde fuimos a mi casa y me la follé por primera vez. La rubia quedó fascinada con mi experiencia. Le encantó la forma en la que la masturbé, metiéndole los dedos en el coño y estimulando su clítoris hasta provocarle el primer orgasmo. Después me la follé duro en varias posturas diferentes y la hice gozar como nunca. Así logré convertirla en mi amante y que ahora su culo, su coño y sus preciosas tetas estén siempre a mi disposición cuando estoy caliente.
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