Descripción
Las vacaciones con mi hijastro empezaron de la mejor manera. Ninguno de los dos teníamos la culpa de que mi esposo estuviera detenido, así que no pensaba cambiar mis planes vacacionales y, en vez de ir con él, fui con su hijo. Claro que como el hotel ya estaba reservado, tendríamos que compartir la cama, pero no me preocupaba. Yo tenía planeado ducharme y acostarme desnuda, y no me importaba quién estuviese a mi lado. Obviamente que mi hijastro se sorprendió al descubrir mi cuerpo desnudo bajo las sábanas, pero por suerte entendió que estábamos allí para disfrutar y me puso a comerle la polla para acabar follándome.