Descripción
Los masajistas no son de piedra y cuando les toca dar un masaje a una buenorra se tienen que controlar para no meterles mano. Sin embargo siempre hay masajistas que se pasan por el arco del triunfo este tipo de códigos morales y como ejemplo tenemos esta escena. Ella es una chica rubia con un cuerpo impresionante, mientras él es un profesional que tiene que conseguir relajarla con sus manos… Primeramente cubre su cuerpo de aceite para que los dedos fluyan mejor sobre la piel de esta espectacular rubia, aunque no podrá controlarse y la mano irá rápidamente al coño. A partir de ahí ninguno de los dos podrán frenar sus instintos sexuales más primarios y nos ofrecerán una buena follada en la camilla de masajes, una situación mucho más común y recurrente de la que nos podemos imaginar. Bueno, si el objetivo del masaje es relajarse parece claro que lo han conseguido. ¿Verdad?