Descripción
Esta jovencita morena no podía creer lo que le estaba sucediendo. Nunca antes había experimentado un squirting ni sabía lo que era eso. Cuando el primer chorro comenzó a brotar de su coño, pensó que se estaba meando encima y se quiso morir de la vergüenza. El chaval la tranquilizó, le explicó de qué se trataba y, enseguida, vino el segundo chorro. ¡La morena de pronto descubrió que podía ser multiorgásmica! En total fueron como 50 chorros. La guarrilla y el chaval quedaron empapados y, la cama, inundada. Desde ese día, la llaman la reina del squirting… y ella lo acepta orgullosa.
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