Descripción
La travesti Bianca Ferraz se lo pensó mucho antes de aceptar la propuesta de esta pareja. Es que el plan era que interactuara todo el tiempo con la mujer, sin ningún tipo de contacto con el marido. ¿Podría aguantarse la transexual sin mamarle la polla al chaval? ¡Es que ni siquiera tenía permitido tocársela! Lo seguro era que no se la follarían por el culo, por más que lo pidiera a gritos. Finalmente acabó aceptando y no se lo pasó nada mal. Hacía tiempo que no comía un coño y que una mujer no le chupaba la polla. Follarla por el culo fue como encularse a alguno de sus tantos clientes, así que en eso no hubo mucha diferencia. Lo mejor de todo fue cuando se follaron a la mujer entre ella y el marido. Le encantó verla gozando como la perra que ella siempre quiso ser.