Descripción
Mientras estaban jugando al rugby, los amigos de esta diminuta jovencita latina aprovechaban para meterle mano y tocarle el culo y las tetas creyendo que ella era tan tonta que no se daba cuenta de sus intenciones. Cuando acabaron, la guarra les dijo que, si le tenían tantas ganas, deberían animarse a hacerle alguna propuesta sexual, en vez de andar tocándola sin su consentimiento. En pocas palabras, les hizo saber que ella estaba dispuesta a todo. Así fue como entraron a la casa, la pusieron en bolas, le comieron el coño, le hicieron comerles las pollas y acabaron follándosela de dos en dos.
Categorías