Descripción
No podemos estar seguros de que Elena Spano no tenía un céntimo cuando se montó en el taxi, pero de lo que no hay dudas es de que cuando se le presentó la posibilidad de pagar el viaje con el coño, no se lo pensó dos veces. Ella es bien puta, adora las pollas y tenía tantas ganas de que le echaran un buen polvo aquella tarde que le pareció una idea excelente dejarse follar en el taxi y, de paso, ahorrar un poco de dinero. Además el taxista era bastante guapo y, para la italiana, se merecía chuparle las tetas y taladrarle el chocho.
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