La fotógrafa se puso cachonda con la polla enorme del abuelo sumiso

La fotógrafa se sorprendió cuando bajó al sótano de aquella casa y descubrió que era un sitio especialmente preparado para el sexo BDSM. Su cliente resultó ser un abuelo sumiso que quería que le hiciera fotos atado y colgado para publicar en sus redes sociales para tentar a todo el que quisiera someterlo. Sin embargo, en medio de la sesión fotográfica tuvo una enorme erección, que llamó la atención de la rubia. En cuanto el viejo se bajó el calzón, la zorra se le echó encima y se puso a chupársela con desesperación. Aprovechando que el anciano estaba atado, se desnudó y se metió ese rabo en el coño, obligándolo a follársela. Al final, acabó tragándose su leche de rodillas. Esta vez, al sumiso le tocó ser el dominante.