Descripción
Si la colegiala pelirroja no hubiese estado tan cansada, no hubiera aceptado la propuesta de montarse en el coche de un desconocido. Evidentemente, el tío se dio cuenta rápidamente de que la guarrilla no tenía ganas de seguir caminando y por eso se detuvo. Al final, aparentemente no estaba tan cansada o el cansancio se le pasó enseguida, ya que cuando el tío la invitó a esconderse juntos en el bosque para que le chupara la polla, aceptó a la primera. El polvo que se echaron en público al aire libre fue maravilloso. Los motivos que llevaron a la zorra a dejarse follar de esa manera no los sabemos, pero estamos convencidos de que lo disfrutó mucho.
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