Descripción
La abuela rubia Erica Lauren anda últimamente de muy buen humor. Los vecinos la notan muy feliz, contenta y radiante. A simple vista pareciera que acabara de ganarse la lotería, pero nada de eso. En realidad, lo único que cambió en la vida de la anciana es que ha conocido a un chaval con una polla grande, dura y siempre lista para darle placer. Hacía años que no se la follaban de semejante manera. El tío la trata como si tuviera su edad, se la folla en todas las posturas y la pone a mamarle la polla por tiempos como haría con cualquier jovencita. Erica está encantada de la vida y se siente mejor follando con el yogurín que cuando tomaba clases de yoga.