Descripción
Estos chavales le hicieron sentir todo su rigor a esta pobre e indefensa jovencita que era mucho mas pequeña y delgada que ellos. Los cabrones le taladraron la boca brutalmente, sin la más mínima piedad, obligándola a mamarles las pollas sin parar hasta que les salió de los cojones correrse. Después de bañarla de leche y hacerle tragar una buena cantidad de semen, la pusieron a cuatro patas para seguir castigándola. La pobre tuvo que soportar que le metieran los dedos en el culo, no uno sino varios. Poco a poco, le fueron dilatando el ojete hasta dejárselo bien abierto.
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