Descripción
Este chaval se había quedado atascado intentando buscar algo detrás del sofá y la única persona que podía ayudarlo en ese momento era la cuñada. El problema era que estaba a punto de hacerse una paja y tenía al lado su consolador, un coño de bolsillo que lo acompaña siempre que necesita sacarse la leche. Esperaba que la hermana de la novia, al acudir en su ayuda, no lo descubriera. Lamentablemente, fue lo primero que llamó su atención. Al descubrirlo, la muy zorra sacó su polla y comenzó a masturbarlo. ¡Ella no sabía que el cuñado tenía una polla tan inmensa! Aprovechándose de que estaba indefenso, la zorra se la metió en la boca, se la chupó bien chupada y, para coronar una velada de sexo maravillosa, se le sentó encima para cabalgar hasta correrse.
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