Descripción
El pobre boxeador sabía que su destino no era otro que el de convertirse en cornudo. El negro, que se moría de ganas de follarse a su novia, lo había desafiado a una pelea. El caso de ganar, se la follaría allí mismo. Era inevitable que el negro, mucho más grande y fuerte que él, lo tumbara de dos ostias. De no aceptar la pelea quedaría como un cobarde, así que decidió defender su honor y, tal como era de esperarse, acabó en la lona. El cornudo quedó tan noqueado que para cuando despertó, el negro ya se había follado a su novia y se había corrido dentro de su boca.
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