Descripción
La sorpresa que se llevó el hijastro de Miss Raquel al descubrir que su madrastra era una escort de internet que se promocionaba en todas las plataformas fue tremenda. ¿Acaso su padre no sabía lo que hacía su mujer? La verdad es que no, pero a ella tampoco le importaba. Ella se sentía libre de exhibirse ante todo Dios, masturbarse frente a la webcam delante de decenas de chavales y grabar contenido erótico para colgar en sus redes. Si al hijastro le molestaba, pues era su problema. Ahora, si en cambio, eso le excitaba… estaba dispuesta a hacerle un show privado para que la viera bien desnuda de frente y de espaldas, comerle la polla y follárselo para dejarlo contento.