Descripción
Kyla Keys le abrió la puerta al fontanero y se encontró en sus morros con el negro con el que tantas veces había soñado. Siempre que se masturbaba imaginándose que probaba el sexo interracial, se imaginaba a un negro tan grande, gordo y polludo como ese. Era obvio que no iba a dejarlo irse de la casa sin antes follárselo, así que se aseguró de que su esposo todavía estuviera en el curro y, antes de que el tío se fuera, se ofreció a darle una mamada. El negro se sorprendió de lo zorra que era aquella hermosa rubia MILF, pero aceptó sin dudarlo y acabó follándosela como a una puta de esquina.
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