Descripción
Hacía media hora que mi hijastro y el amigo habían salido por la puerta así que no había motivos para que el amigo regresara. Me resultó muy extraño que hubiera vuelto a buscarlo, y sobre todo que hubiese entrado a la casa sin pegar en la puerta. Mis sospechas se revelaron cuando empezó con las indirectas, así que decidí llamar a mi hijastro para que viniera pero él se me echó encima, me quitó el móvil y empezó a tocarme las tetas. Yo, sorprendida porque un yogurín de su edad quisiera tener sexo conmigo, me dejé llevar por la situación. Le chupé la polla y me gustó tanto que le ofrecí el chocho para que me follara y me echó un polvo de campeonato.