Descripción
Yo no se cómo se atreve esta depiladora a currar con hombres. La mayoría quieren que les depilen la polla, así que inevitablemente se pasa horas trabajando sobre la pelvis de un desconocido, con todos los riesgos de excitarse que eso conlleva. En mi caso, traté de controlarme al máximo, intentando evitar la erección todo el tiempo para no hacer el ridículo. Me hubiese dado mucho vergüenza que la polla se me pusiera dura en cuanto me la tocara. Por suerte eso no sucedió, pero eso no evitó que ella se pusiera cachonda y al final, como premio por haberme portado bien, me regalara una rica mamada.
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