Descripción
El marido de Dee Williams cometió un grave error al decirle que jamás se atrevería a ponerle los cuernos con otro hombre. Ella, cansada de tener que rogarle para que se la follara, le había dicho que si no pensaba follársela nunca más, se lo avisara para que se buscara otros maromos. La guarra tomó su respuesta como un desafío. Lamentablemente para su esposo, a ella no le gusta nada perder un reto. Al día siguiente, cuando el esposo entró por la puerta, la encontró rodeada por tres negros con grandes pollas. Ya no había vuelta atrás. Dee Williams lo haría cornudo en sus morros cuando comenzara el gangbang interracial en el que los negros se la follarían por todos los agujeros.
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