Descripción
La tonta de mi prima venezolana perdió una apuesta conmigo y, como corresponde, me cobré con creces. El ganador mandaría sobre el perdedor durante todo el día, y yo no tuve ni un poquito de piedad. Lo primero que hice fue decirle que se desnudara. Ella me respondió que estaba loco y quería negarse, pero le recordé que las deudas de juego hay que pagarlas como sea y se puso en pelotas. Después la agarré por atrás y le mandé la verga hasta el fondo. ¡Cómo gritaba de dolor la muy puta! Así le taladré bien el coño hasta que, al final, la puse de rodillas frente a mí y le acabé en la cara. ¡Le plastifiqué toda esa carita de puta latina con mi leche!
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