Descripción
Cuando Molly Little y Codey Steele oyeron la puerta, ya nada podían hacer. Molly tenía adentro del coño el vibrador que Codey acababa de regalarle, y no sabían cómo detenerlo. Como si eso fuera poco, la rubia estaba gozando como nunca, así que en ese momento hasta se hubiera comido diez pollas juntas. Por eso, cuando la pelirroja Lauren Phillips entró en el cuarto, lo único que se le ocurrió a la hijastra fue pedirle que se follara a su novio. Estaba tan caliente que ver a la zorra de la madrastra follando con su novio era lo que necesitaba en ese momento para alcanzar el mejor de los orgasmos.