Descripción
Cuando le cuento a mis amigos que esta jovencita asiática de apenas 18 años recién cumplidos me ha hecho la mejor mamada de mi vida, no me lo creen y se burlan de mí. Sin embargo, cuando ven el video siempre acaban dándome la razón. Es que la colegiala japonesa se destaca por lejos sobre todas las demás mujeres. No solo por lo guapa y diminuta que es, ni por las caras de putita inocente que pone mientras saca la lengua para chuparme la cabeza del rabo. Ella es toda una experta haciendo mamadas. Cuando empieza a chuparme la polla, no se detiene hasta sacarme la leche. Cambia de posturas, de ritmos y hasta de sitios, pero no deja de mamar en ningún momento hasta el final.
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