Descripción
El error que cometió este cornudo al apostar a su novia negra es algo que no se perdonará en la vida. Enfrente suyo estaba un millonario convencido de su suerte con las mujeres, así que le apostó su mansión contra una oportunidad de seducir a la novia del chaval en una partida de billar que, obviamente, acabó ganando. Lo que el perdedor no sabía era que su novia sería tan puta de dejarse seducir por otro tío en sus morros y que, cinco minutos después, estaría chupándole la polla. Desde que se metió ese rabo en la boca, el cornudo decidió dejar de mirar, así que por suerte no tuvo que presenciar la tremenda follada que le dio el millonario a la novia a cuatro patas.
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