Descripción
Anissa Kate tiene al hijastro de mascota sexual. Cuando se dio cuenta de que necesitaba de alguien que se la follara todas las semanas hasta dejarla satisfecha, prefirió buscarlo dentro de la casa antes que afuera y allí, además del esposo, no había nadie más que el hijastro. El yogurín, que soñaba con chupar esas tetas perfectas que tenía la madrastra, se alegró mucho la primera vez que por fin pudo verla desnuda y follársela. Desde entonces, Anissa lo usa cada vez que anda falta de sexo y le hace comer el coño incluso con su padre durmiendo al lado en la misma cama.