Descripción
La latina Alina López no entendía bien por qué tenía que pecar con el obispo para que la perdonara por sus pecados, pero de todas formas, no tendría que hacer nada que no hubiese hecho antes, así que no le importó. Si el precio por quedar libre de pecado era tener que mamarle la polla a un viejo y dejar que le metiera el rabo en el coño y se lo taladrara, estaba dispuesta a pagarlo. Follar era una de las cosas que más le gustaba en la vida. Quitarse la culpa por follar con todo Dios follando era lo mejor que le podía pasar.
Categorías