Descripción
Lo mejor de estar casado con una mujer que me lleva quince años es que la hija es apenas unos pocos años menor que yo. Eso no sería nada si no estuviera guapísima y no fuera tan zorra. A los pocos meses, noté que mi hijastra me coqueteaba cada vez con mayor intensidad, hasta que un día decidí follármela. ¡Que chochito más tierno y estrecho tenía! Follando conmigo, cada día se le abre un poco mas. Me encanta hacerle sentir mi polla enorme, gorda y dura hasta el fondo cada que se la meto, y sus gritos y gemidos me excitan tanto que me cuesta contenerme y no correrme a los pocos segundos de metérsela.
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