Descripción
En cuanto esta madrastra judía sintió deseos de tener sex0 con el hijastro se lo hizo saber. No quería perder un solo segundo más privándose de follar con un lindo yogurín mientras su marido, ocupado en su trabajo, no le prestaba atención y llevaba semanas sin follársela. Ese mismo día follaron por primera vez y la madura descubrió algo que le alegraría mucho y cambiaría su vida sexual para siempre: el hijastro era todo un experto comiendo coños. Por eso ahora, antes de cada follada, él le lame el chocho, después se chupan mutuamente en la postura del 69 y acaban follando a lo perrito.
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